Mi primera consola portátil fue la Game Boy original. La compré de segunda mano a un chico que puso un anuncio en el periódico Segundamano. En aquel entonces todavía no había llegado Cash Converters a España y el mercado de segunda mano casi únicamente se movía a través del periódico Segundamano que tenías que comprar en el Quiosco. Era el medio más utilizado para vender coches, maquinaría, pisos, e incluso para encontrar trabajo.
Funcionaba igual que wallapop, pero con las diferencias que la tecnología no permitía entonces. Llamabas a casa de la persona (no había móviles) que ponía el anuncio y quedabas con él o ella para recoger el artículo en mano.
La Game Boy original me dió muchas horas de diversión y muchas de esas horas fueron en la cama, antes de irme a dormir, por eso siempre estaba en la mesita de noche.
Recuerdo las partidas a F1 Race, Tetris, Alleyway…entre otros antes de quedarme frito. Eso sí, para poder jugar más o menos bien tenía que tener la luz de la mesita encendida, aún y así había días que lo tenía que dejar por escozor en los ojos por forzar demasiado la vista. En invierno recuerdo jugar dentro de la cama tapado por encima de la cabeza y con una linterna alumbrando la pantalla de la Game Boy. Esta manera de jugar no era la mejor, pero el vicio podía más que el frio.
La mejor solución para jugar con cualquier consola portátil que no tenga una pantalla retroiluminada es hacerle un mod, pero no todos tenemos las habilidades necesarias para hacerlo, por eso esta solución que puedes ver en la siguiente foto me parece más sencilla. Una linterna de estas que en Decathlon vale 3,99€ nos hubiera solucionado la vida en los 90.
Mucho mejor que los accesorios para iluminar la Game Boy que vendían y que no iluminaban casi nada además de comerse las pilas. La Sega Game Gear y la Atari Lynx tenían la pantalla iluminada, pero además de ser muy grandes, eran unas tragapilas.
Después de muchos años llegó mi segunda consola portátil, la Game Boy Color. De entre todos los colores disponibles me compré la de color pistacho, era la que más me gustaba y a pesar de que no la utilicé tanto como la GameBoy original, también estaba en mi mesita de noche. Luego llegó la Game Boy Advance, una de las mejores consolas portátiles según mi opinion por su enorme catálogo y por su ergonomía, pero lastrada por no tener una pantalla retroiluminada.
Hasta este momento todavía había que tirar de luz externa para poder jugar a oscuras. Al cabo de un tiempo vendí la Color y la Advance con todos los juegos (cosa de la que arrepiento) para comprar una GP 32 que incluso me llevaba de viaje por trabajo y utilizaba en el hotel.
La diferencia de esta con las Game Boy que había tenido hasta entonces a la hora de jugar en la cama era enorme gracias a la pantalla retroiluminada, ya no necesitaba tener la luz de la mesita de noche encendida. Con la GP 32 me gustaba mucho probar juegos que no conocía, sobre todo del catálogo de PC Engine…muy entretenido. Pero también le daba a juegos de Megadrive y Super Nintendo. ¡¡Que gran consola portátil!!
Si me hubiera comprado una GBA SP no habría tenido problemas con el tema de la iluminación, pero en su momento no la tuve. Mi primera GBA SP la compré hace relativamente pocos años, de hecho la que más utilizo hoy en día para jugar en la cama es un AGS-101, que maravilla…
Si no recuerdo mal, la consola portátil que me compré después fue la Game Boy Micro, la mejor en cuanto a portabilidad por su tamaño. La Micro también me ha acompañado durante muchas noches, su tamaño y calidad de pantalla la hacen ideal para echarse un partida antes de dormir.
Otra consola que durante mucho tiempo ha estado en mi mesita de noche es la Wiz. Su pequeño tamaño y sobre todo su maravillosa pantalla la hacen ideal para partidas nocturnas. Además gracias a su gran cantidad de emuladores es imposible aburrirse. Los juegos Arcade, de partidas más o menos rápidas del tipo, Galaga, Galaxian, o también Neo Drift Out y Neo Turf Masters de Neo Geo son algunos de los que más veces he jugado en la Wiz.
En mi opinión, algunas consolas portátiles como la PSP 1000, la Nintendo DS Lite o PS Vita son demasiado grandes y pesadas para jugar en la cama, por eso, estas las utilizo muy de vez en cuando antes de ir a dormir.
¡Hay!, se me olvidava mencionar a una de mis consolas portátiles favoritas, la PSP Go. Tener todo el catálogo de PSP, de PSX y un montón de emuladores en la palma de la mano con una pantalla de calidad y todo con un tamaño bastante contenido, no tiene precio. La de horas que habré pasado jugando a Gran Turismo o viendo vídeos en mp4 en esta consola en la cama….